Cinco beneficios de llevar un presupuesto

Sea cual sea nuestra fuente de ingresos y nuestro estilo de vida, es muy importante que uno y otro estén alineados si no queremos vivir preocupados y en función de “apagar incendios” consiguiendo dinero de un lado y otro para cubrir nuestros gastos. Es acá donde hacer un presupuesto mensual se convierte en la base que necesitamos para que nuestras finanzas personales dejen de ser un dolor de cabeza.

El presupuesto nos ayuda a identificar nuestros ingresos y nuestros gastos y, al mostrarnos un panorama general nos permite anticiparnos y tomar decisiones que nos ayuden a hacer un buen uso del dinero.

Lo recomendable es que nuestro presupuesto incluya el total de nuestros ingresos, nuestros gastos fijos y variables y, con un buen manejo de los anteriores, haya espacio para destinar un porcentaje de los ingresos al rubro de ahorro.

Dentro de las ventajas de manejar un presupuesto enumeramos:

1. Identificar las prioridades: enumerar las obligaciones financieras nos permitirá conocer cuáles son nuestras prioridades, evitando así el riesgo de incumplir con aquellos gastos inamovibles y de obligatorio cumplimiento.

2. Identificar los gastos hormiga que se están “comiendo” nuestros ingresos: en el día a día tendemos a convertir una parte de nuestros ingresos en el popular “dinero de bolsillo”, el cual gastamos en la botella de agua, la empanada de la media mañana o el cigarrillo de medio día, gastos hormiga en los que de peso en peso vamos acumulando un rubro importante de nuestros gastos mensuales. Por ello, tener identificados estos gastos nos permitirá hacer los ajustes necesarios para controlarlos.

3. Ajustar los gastos de acuerdo con los ingresos: Además de los gastos hormiga hay otros caprichos que nos permitimos mes a mes y pueden estar ganándole prioridad a nuestras obligaciones financieras. Poder ver desde arriba cómo se comporta nuestra vida financiera, podremos hacer ajustes aquí y allá para cumplir con lo importante y evitar gastar dinero en ítems que puedan esperar.

4. Atender adecuadamente los imprevistos: Tener un control de nuestros gastos y destinar una parte de nuestros ingresos al ahorro nos permitirá estar preparados para atender cualquier imprevisto que se pueda presentar.

5. Fijar metas de ahorro: Pongamos nombre a nuestros sueños, visualicémoslos y según el comportamiento histórico de nuestras finanzas, fijemos metas de ahorro mensual o quincenal de tal manera que en determinado tiempo podamos hacer realidad nuestros sueños.

Y en general tener un mayor control de nuestras finanzas al tener una visión superior de nuestro flujo de dinero y poder realizar los ajustes que sean pertinentes para cumplir con nuestras obligaciones, ahorrar y tener un estilo de vida acorde a nuestros ingresos. Todo lo anterior se traduce en tranquilidad, paz mental y bienestar.