Para algunos puede que los términos B2B y B2C sean muy conocidos, pero para otros no lo son tanto. En marketing estás son las dos formas más comunes de catalogar o clasificar los negocios según el público al cual están dirigidos:
B2B es el acrónimo de Business to Business y hace referencia a los modelos de negocio en los que la oferta de productos o servicios está dirigida a clientes corporativos, es decir que el intercambio se hace entre dos empresas.
El B2C o Business to Consumer, es aquel modelo de negocio donde el cliente potencia es el consumidor final, es decir, alguien que compra un producto o servicio para hacer uso de él sin intención de venderlo a otra persona.
Además del tipo de cliente, los dos tipos de negocios tienen algunas diferencias entre sí:
La forma de comprar del cliente: por ello la estrategia de marketing no funcionará igual para uno y otro, los canales de comunicación, la estrategia de precios, el tipo de conversación y demás, no serán los mismos.
La motivación de compra cambia: mientras el cliente corporativo es más calculador, el consumidor final es más emocional.
La publicidad no lo será todo: para el cliente B2C, recurriremos a diferentes formas de pauta, pero para el cliente B2B la promoción deberá enfocarse en visitas comerciales, relaciones de confianza y similares.
Tiempos de decisión: Mientras que en el caso B2C la decisión de compra tiende a ser rápida y casi que inmediata, el cliente B2B puede demorarse mucho más tiempo en concretar su compra.